jueves, 28 de junio de 2012

Fiestas del sarampión: culto a la irresponsabilidad


Llega a mis oídos que este año se han detectado en España algunos casos de “fiestas de sarampión”. Esta práctica, importada de otros países, consiste en organizar una fiesta con niños tras diagnosticar a uno de ellos de sarampión de forma que todos contraigan la enfermedad y queden así inmunizados sin necesidad de vacunarlos. Originariamente se organizaban para la varicela y se limitan a determinados grupos antivacunación, pero se ha extendido al sarampión y en determinados círculos se ha puesto de moda. En algunos de estos países se reparten incluso tarjetas de invitación para acudir a dichas fiestas como si de un cumpleaños se tratara. Algún avispado, metido a inconsciente empresario, ha decidido comercializar piruletas con el virus y venderlas por internet para facilitar la realización de dichas reuniones. Solo pensar que algún incauto sea capaz de realizar una compra así me pone los pelos de punta.


Exponerse de forma deliberada a una enfermedad infecciosa tan contagiosa como el sarampión -que está producida por un virus que es capaz de permanecer incluso en aerosoles hasta dos horas después de que la persona enferma haya abandonado una habitación- supone asegurarse prácticamente la infección, incluso sin piruleta.

Sufrir la infección por el virus del sarampión supone, a su vez, exponerse a sufrir las complicaciones de dicha enfermedad que son abundantes y -aunque en algunos casos puede resultar leve- en muchos otros resultan muy graves. Algunas de estas complicaciones están bien descritas en la literatura médica: la otitis media (7-9%), la neumonía (1-6%), la diarrea (8%), la encefalitis postinfecciosa (1 por cada 1000 a 2000 casos de sarampión), la panencefalitis esclerosante subaguda (PEES) (1 por cada 100.000 casos) y la muerte (1,0-3,0 por 1000 casos).

Desgraciadamente, nos hemos acostumbrado demasiado al increíble beneficio que las vacunas nos han brindado haciendo casi desaparecer muchas enfermedades infecciosas y sus complicaciones. Ahora surgen personas que no han conocido la enfermedad, dudan de su importancia (y en algunos casos de su existencia) y rechazan la vacuna, que termina siendo víctima de su propio éxito. Estas personas deberían saber que desde hace cuatro años un brote de sarampión recorre Europa que bien puede servir para ilustrar estos datos. En Francia, por ejemplo, de febrero de 2008 a junio de 2010 se produjeron 4753 casos de sarampión de los que hasta el 34% tuvieron que ingresar en un hospital y murieron 3 personas. Cuando ya se creía controlado el brote, de enero a junio de 2011 se dieron la friolera de 14.500 casos más de los que 6 enfermos fallecieron,  más de 600 sufrieron neumonía y 15 encefalitis.

Esta última complicación, la encefalitis, es una de las más graves de la infección por el sarampión. Si bien es cierto que también existe un pequeño riesgo de sufrir la encefalitis tras la vacunación dado que se trata de una vacuna de virus vivos atenuados, la posibilidad de que se produzca tras la vacunación es muy inferior a la de que ocurra tras la enfermedad. Mientras que la tasa de encefalitis tras la infección natural es de 1/1.000 casos de sarampión solo se da en 1/1.000.000 dosis administradas de vacuna.

Siguiendo con los ejemplos, en Rumanía durante el primer semestre de 2011 se dieron 2000 casos de sarampión y el 38,6% sufrieron complicaciones (582 neumonías, 203 diarreas, 8 malnutrición, 5 convulsiones y 2 encefalitis).  En Alemania, en el mismo semestre, de 1500 casos se produjeron 2 encefalitis y una muerte. En Grecia hubo que hospitalizar al 66% de los casos y en Irlanda al 36%.

El año 2012 no ha comenzado mejor que el anterior. En los primeros 4 meses en Europa se han dado más de 13.000 casos repartidos en 32 países diferentes, la mayoría en Ucrania donde ahora mismo se disputa la Eurocopa de Fútbol con las consecuencias que esto puede suponer en los próximos meses. En España, ha llamado la atención el importante brote en Elche donde no se habían dado casos de sarampión desde el año 2001 y solo durante el mes de febrero de este año se han dado 109. De éstos, 80 casos se diagnosticaron en los servicios de urgencias y el 13% tuvieron que ser ingresados permaneciendo una media de 4 días en el hospital por complicaciones (6 por muy mal estado general, 2 por neumonía, 2 por bronquitis y 1 por otitis).

El sarampión es una enfermedad erradicable del mundo como lo fue la viruela pero por desgracia sigue presente en nuestros días debido a que los niveles de vacunación han descendido por falsas creencias y por absurdas, e irracionales, modas como la de las fiestas del sarampión. Queda patente que aún hoy, incluso, en países con buenos sistemas sanitarios como los europeos, el sarampión se puede complicar con mucha frecuencia ocasionando hasta la muerte. Sin ningún lugar a dudas, exponerse deliberadamente al sarampión es un acto de suma irresponsabilidad que en el caso de los padres que exponen a sus hijos podría, incluso, comportar responsabilidades legales en el futuro. Llamar a eso fiesta es incomprensible, desagradable y maquiavélico.